El teletrabajo nos está modificando algunos hábitos de relación y comunicación con las demás personas del equipo. Esta situación, que en la intensidad actual será pasajera, pero que perdurará en algún nivel en el futuro, nos está invitando a rediseñar la alianza de trabajo entre los integrantes de un equipo. Y entre las nuevas reglas de juego, también debe tener cabida el decidir cómo mantener el calor humano en el equipo en tiempos de teletrabajo.

 

Durante los primeros meses de la pandemia del Covid, un gran número de personas que tuvieron que trabajar desde sus casas se “enamoraron” de las bondades y aspectos positivos del teletrabajo. Ahorro del tiempo (y del desgaste emocional) por los desplazamientos, trabajar con las comodidades del hogar, comer en casa, ver más a la familia…

 

Todo ello ha sido muy bienvenido, hasta el punto de compensar las pérdidas por el hecho de no asistir físicamente al puesto de trabajo: Interacción social, cambiar de aires, espacios comunes que facilitan la creatividad, mayor movilidad física…

 

Y poco a poco, las personas, los equipos y las organizaciones, al cabo de un largo tiempo de teletrabajo, forzado en muchos casos, están empezando a echar en falta todos estos regalos derivados de compartir más habitualmente un espacio físico común.

 

Gestionar esta situación no es nada fácil, ya que las personas nos debatimos, internamente, entre dos necesidades contrapuestas: La de seguir con la libertad y comodidad del teletrabajo, pero también la de querer (y necesitar) compartir espacios con otras personas. Porque no sólo queremos (y necesitamos) compartir estos espacios sociales en las casas de familiares o amigos, bares o restaurante, y en espacios culturales o parques naturales, sino también hacerlo en nuestras “casas profesionales”.

 

Esta lucha interna nos hace a las personas, y en consecuencia a los equipos y organizaciones, debatirnos entre como debe ser la mejor fórmula para equilibrar teletrabajo y la presencia física laboral. De estos equilibrios que cada empresa consiga gestionar, dependerá la relación futura entre estos dos conceptos, o formas de trabajar, una vez superada la pandemia.

 

Pero hasta que esto pase, las personas, equipos y organizaciones, no pueden permitir que las personas se aíslen emocionalmente (en algún grado) debido a la invasión del teletrabajo.

 

 

¿Cómo mantener el calor humano en el equipo en tiempos de teletrabajo?

 

 

En un momento en el que nos necesitamos más mutuamente, y en el que las relaciones son determinantes para superar la incertidumbre actual, las personas de un equipo se encuentran, paradójicamente, más alejadas las unas de las otras.

 

Una prueba de esto, y desde la experiencia propia, es la grata sorpresa que experimentan las personas de un equipo cuando, en el marco de sesiones de coaching o desarrollo de equipos a través de un formato online, comparten información o sensaciones que no compartían desde hacía tiempo, ya que el formato de reuniones operativas virtuales no se lo ha facilitado.

 

El teletrabajo pone difícil el mantener el calor humano dentro del equipo, igual que retador es mantener el fuego en una relación a distancia con una pareja o con una amistad.

 

Para ello es bueno pensar en algunas ideas que, con menor o mayor creatividad, pueden ayudar a mantener el calor humano en el equipo en tiempos de teletrabajo.

 

Aquí van algunas…

 

1.- Establecer tiempos de café virtuales.

Así como existen reuniones o encuentros informales en el entorno laboral físico, también se recomienda realizar estas pausas sociales con otras personas del equipo en el entorno virtual de trabajo.

 

2.- Reservar tiempo para la “ventilación emocional” durante las reuniones virtuales del equipo.

Una reunión virtual del equipo, si este no se ha reunido desde hace días, no puede empezar sin un chequeo de como están sus integrantes.

 

3.- Levantarse de la silla a menudo durante las reuniones virtuales.

Estar sentados durante mucho tiempo, mirando fijamente la pantalla, no es la mejor invitación a una comunicación espontánea y fresca. El cambio de perspectiva al levantarnos, el impacto que esto causará, y su correspondiente movimiento físico, provocará un nuevo campo emocional entre los integrantes del equipo, a la vez que evitará la tentación de la multitarea.

 

4.- Aprovechar el entorno digital para compartir lo que no se suele compartir.

El teletrabajo permite ver un pedacito de nuestra intimidad, al conectarnos desde casa. ¿Porqué no aprovechar esta ventana digital para compartir una parte de nuestra vida que no se suele enseñar a las personas del trabajo? Enfocar la cámara de video para ver un poco de nuestro hogar, o de algún objeto especial, o permitir que nuestros hijas e hijos, o incluso las mascotas, puedan tener unos instantes de presencia delante de la cámara (si lo desean, obviamente), son algunas de las formas de compartir algo personal con los demás. Todo esto con la finalidad de incrementar el lado humano de un canal, inicialmente frío, como es de la tecnología. Y de regalo… una oportunidad fantástica de trabajar nuestro liderazgo vulnerable. Porque no existe un verdadero equipo sin que esté presente la confianza, y no existe confianza sin vulnerabilidad.

 

Infografía Cómo mantener el calor humano

 

¿Y, a ti, que otras iniciativas más tradicionales, o más disruptivas, se te ocurren para mantener el calor humano en el equipo en tiempos de teletrabajo?

 

Te agradeceré que compartas las tuyas en los comentarios de este artículo.

 

¡Gracias, y un recibe un fuerte abrazo digital!

 

Enric Arola