A muchas personas les gustaría cambiar el trabajo que hacen, o incluso, cambiar de empresa. Y aunque lo desean, no llegan a dar el paso, o desperdician muchos años de sus carreras profesionales antes de hacerlo. Lo peor de todo es que muchas de estas personas están convencidas (o actúan como si lo estuvieran) de que no encontrarán fuera (en el mercado) las condiciones laborales (salariales, beneficios, horarios, etc.) que tienen dentro (en su propia empresa). Es por ello por lo que se “resignan”, aunque muchas crean que lo “aceptan”. Hoy me gustaría reflexionar acerca de cómo salir de la jaula de oro.
Muy a menudo se utiliza la metáfora estar en una “jaula de oro” en el entorno laboral, para referirnos a las personas que no están satisfechas con su situación profesional actual, pero que se sienten “prisioneras” por unas condiciones muy favorables en términos de beneficios percibidos (como las condiciones retributivas, otras ganancias adicionales, horarios favorables, comodidad, etc.), que les impiden “volar” en dirección a nuevas experiencias profesionales.
Lo interesante, además, es darse cuenta de que estas personas no son (obviamente) prisioneras de otras personas, o de una empresa. Son “prisioneras” de ellas mismas, de sus creencias y de sus miedos, que les están frenando su felicidad laboral, a costa de seguir contando con sus condiciones favorables.
Al ser conscientes de que tales beneficios percibidos no son fácilmente adquiridos en otras organizaciones, estas personas pueden llegar a pensar que vale la pena quedarse dentro, ya que, saliendo, pueden perder mucho (o al menos esta es su gran creencia).
6 pasos para salir de la jaula de oro
Salir de la jaula de oro no se hace de la noche a la mañana. Pero tampoco es tan difícil como algunas personas se han llegado a creer. Basta con quererlo, y empezar a dar los primeros pasos:
PASO 1:
Tomar consciencia de que estoy dentro de una jaula de oro en mi situación laboral actual.
Mi experiencia me dice que muchas personas se engañan pensando que están donde realmente quieren estar a nivel profesional. Existe mucho conformismo que se ha podido “maquillar” con las buenas condiciones, libertad de actuación, éxitos conseguidos, y hasta por una progresión en la carrera profesional. Pero a menudo, los logros conseguidos en el pasado no pueden seguir alimentando la pasión profesional del presente y del futuro.
Y son estos éxitos del pasado los que han bañado en oro esta jaula que se ha ido forjando por la disminución de la pasión profesional.
Aceptar que se esta viviendo esta situación en la actualidad es un paso básico para empezar a “salir” de esta jaula.
PASO 2:
Reflexionar acerca de las consecuencias profesionales, así como personales, por estar viviendo laboralmente dentro de una jaula de oro.
Una vez se tome consciencia de que se está viviendo en una jaula de oro a nivel profesional, es más fácil empezar a visualizar el futuro (a corto y a largo plazo) que probablemente se dará si la persona permanece en esta misma situación.
Es el momento de confrontar dos listas: La lista de los beneficios que la jaula de oro otorga; con la lista de las consecuencias negativas que esto conlleva, o conllevará, para la persona a nivel profesional, así como también en cuanto a su vida privada.
Preguntas como las siguientes nos van a ayudar a dar este paso:
- ¿Cuánto tiempo llevo estando dentro de la jaula de oro?
- ¿Cuánto he dejado de vivir estando dentro?
- ¿En qué persona/profesional me estoy convirtiendo?
- ¿Qué precio le estoy poniendo a mi satisfacción laboral?
PASO 3:
“Abrir la puerta” de la jaula de oro, permitiéndome explorar el exterior.
Salir y abandonar la jaula de oro requiere valentía. ¡Hay mucho oro ahí! Pero no tenemos porque salir desde el minuto uno si no lo vemos claro.
Podemos, por el contrario, empezar a abrir la puerta de la jaula de par en par para que nos permita empezar a ver mejor el exterior, y no estar mirándolo todo el rato detrás de los “barrotes”.
Abrir la puerta nos permitirá tranquilizar la “voz conservadora” interior al no quitarle lo que quiere proteger, pero también permitiendo a la “voz más creativa y auténtica” a que empiece a “soñar” con una situación profesional mejor.
Para ello será bueno empezar a conocer otras realidades profesionales, informarse de posibles nuevos proyectos (dentro o fuera de la empresa) y, porqué no, empezar a establecer contactos con personas de este mundo exterior para, de forma tranquila y desde la curiosidad, conocer otras opciones para potenciar una vida laboral más satisfactoria.
PASO 4:
Tener mi jaula de oro “limpia y reluciente”, dando mi máxima versión.
Para salir de la jaula de oro, primero hay que aprender a vivir en ella. Y hacerlo de la mejor forma posible. Hay una cosa peor que vivir en una jaula de oro, y es vivir en la jaula de oro a regañadientes y adoptando una actitud muy reactiva.
Cuando alguien quiere mejorar su situación actual a nivel profesional, debe primero enfocarse en hacer una buena contribución precisamente desde su rol y momento actual.
Un proyecto nuevo de futuro no se construye mientras se tiene una actitud derrotista o destructiva con el proyecto vigente. O si se hace, las probabilidades de éxito futuro disminuyen.
Así que, empezar a abrir la puerta de la jaula de oro para explorar mejor el mundo exterior, debe ser totalmente compatible con querer dar la máxima aportación de valor en el proyecto laboral actual.
Convertirse en la mejor versión en el presente asegura una todavía mejor versión para el futuro.
PASO 5:
Prescindir de algunos beneficios de mi jaula de oro.
Lo que nos impide salir de la jaula de oro, es precisamente ver el oro resplandecer. Sueldos altos, primas generosas, paquete de beneficios adicionales, buenos horarios, u otros privilegios, son los cantos de sirenas que nos hechizan hasta el punto de aparcar nuestra satisfacción laboral.
Un paso más para salir de la jaula de oro (y sólo para personas valientes) es el de empezar a no usar algunos beneficios que se disponen por el hecho de estar desempeñando la labor profesional actual. De esta manera, la persona se empieza a “desintoxicar” de su dependencia de estos “destellos de oro”, hasta el punto de darse cuenta que también se puede vivir sin ellos.
Definitivamente, no rechazará su sueldo, pero quizás empiece a ahorrar más y así aprenda a gastar menos para no ser tan dependiente del importe de su nómina; o empezará a no usar su plaza de aparcamiento preferente en la compañía, o a usar menos el coche de empresa, o a no acogerse al beneficio de los horarios flexibles, etc.
Se trata de empezar a llevar una vida profesional “más austera”, en términos de beneficios recibidos, que le endurezca un poco la piel (y suavice sus creencias) para cuando decida salir de la jaula de oro.
Si la persona empieza a tomar acciones valientes en esta dirección, cuando quiera cambiar de proyecto profesional no se verá tan anclada por los sentimientos de pérdida, sino más bien por las expectativas de mejores oportunidades futuras.
PASO 6:
“Volar”
Y, el siguiente paso es, como no podía ser de otra forma, abandonar la jaula de oro, para abrazar nuevos aires de libertad profesional. Quizás ello conlleve mayor incertidumbre e incomodidad en el corto plazo, pero muy probablemente generará mayor felicidad laboral en el futuro, lo que causará mayor éxito para la persona, para la organización, y finalmente para los clientes.
Además, reforzará su liderazgo personal, desde la consistencia a sus valores y a su propósito vital. Porque, en caso contrario, si la persona no sale de mutuo propio de su jaula de oro, quizás sean los demás los que la empujen a hacerlo. Y esto puede “doler” mucho más, y tiene efectos secundarios para el futuro.
Enric Arola