El pasado 9 de octubre cumplí 50 años. Se trata de un número mágico y al mismo tiempo que da respeto. El hecho de cumplir años es un momento de celebración y de estar agradecidos a la vida; y también puede ser una fantástica ocasión para reflexionar acerca de cómo se está viviendo, y de cómo de fieles somos a nuestros propósitos vitales. Hoy me vais a permitir este espacio para que os comparta algunos de mis pensamientos y sensaciones de lo que significa, para mi, cumplir 50.

 

Fue un día de trabajo con un equipo por la mañana, muy familiar por la tarde, y con la suerte de sentir el amor y cobijo de Marta, Roger y Marina, así como del resto de familia y amigos. Y, además, en un contexto de pandemia como el actual, que complica (aunque no impide) la forma de celebrar.

 

Las felicitaciones, las sensaciones y las emociones vividas, me hicieron, e incluso me siguen haciendo pensar en aspectos profundos que es bueno y saludable seguir digiriendo poco a poco, y, porqué no, compartir en algún nivel con los demás.

 

Cumplir 50 es como tomarse un baño de realidad. Antes, las personas no solemos tener unas sensaciones similares al cumplir años. Quizás a los 40 existe un primer “aviso” de lo que significa hacerse mayor, pero es a los 50 que la toma de consciencia sobre la edad aumenta considerablemente.

 

Obviamente este proceso ni es el mismo para todas las personas, ni para todas las culturas, ni es independiente de los estadios de salud; ni tan siquiera es atemporal, ya que vivir los “50” de ahora, era similar a lo que se vivía en los “40” de hace unas décadas, y quizás su impacto será lo que se viva en los “60” en unas décadas más en el futuro.

 

En todo caso, cumplir 50 es una gran invitación a chequear cómo estamos, que queremos más, y qué deseamos menos en nuestra vida.

 

Cuando una persona llega a esta edad, necesita empezar a estar en paz y equilibrio consigo misma y con el entorno. La vida nos brinda un sinfín de vivencias que nos hacen confrontar con nuestros valores, y con los de los demás. Y la mochila ya empieza a pesar, por lo que el viaje puede hacerse más pesado física y emocionalmente.

 

Es por ello por lo que necesitamos empezar a aceptar lo que se ha hecho en el pasado, incluso en aquello que nos gustaría haber hecho de otra forma. Mucho es lo que se ha aprendido en el camino, y sabemos que ahora hay cosas que hubiéramos hecho de forma distinta, pero también es bueno entender que lo que se hizo entonces se realizó con la mejor de las intenciones, y opciones disponibles.

 

A estas alturas de la película, cada vez tiene menos sentido arrepentirse, pero sí seguir aprendiendo a ser mejores personas en cada uno de los distintos roles de cada uno de los sistemas a los que pertenecemos.

 

A estas alturas de la película, tampoco tiene mucho sentido seguir siendo complacientes para que se nos acepte, valore, o se nos quiera, en algunos entornos concretos en los que hemos estado bajando la cabeza, o dejando de ser auténticos y auténticas, para que algunas personas, grupos u organizaciones nos admitan. Pero sí tiene sentido aceptar más la diversidad que viene determinada por estos entornos, las personas que los forman, y así buscar entender sus necesidades más escondidas.

 

A estas alturas de la película, tampoco tiene sentido querer controlarlo absolutamente todo, pero sí perseguir la tranquilidad desde una mirada más alejada, neutra y que nos permita relativizar más.

 

Y tampoco tienen sentido, a estas alturas de la película, el rencor, el odio, o el estar polarizando; pero sí que lo tiene, y mucho, el perdonar y disculparse al mismo tiempo, el buscar el amor en lo inimaginable, y en empezar a entender que el mundo no va de blancos y negros, sino de una interminable escala de grises.

 

Cumplir 50 es una buena excusa para pensar en todo esto y en mucho más. Y reconectar con una energía, con suerte, un poco más pura y sostenible, que nos siga dando fuerzas para seguir nuestro camino hasta el próximo hito.

 

Infografía cumplir 50

 

En la numeración romana el 50 es representado por una “L”. Quien sabe si esto tiene que ver con que, a esta edad, la vida nos invita a asumir un plus de Liderazgo personal. 😉

 

Muchas felicidades (por todo esto y por mucho más) a los que estéis cerca, o ya hayáis pasado el “Km 50” de vuestro camino.

 

Enric Arola