Las personas necesitamos encontrar el equilibrio entre vivir de forma tranquila, y a la vez tener un alto nivel de actividad que nos haga sentir realizadas y plenas. A nivel profesional, pasa exactamente lo mismo. La monotonía, por tranquila que sea, nos puede hundir anímica y físicamente (aunque nos engañemos con las bondades de la comodidad); así como la actividad frenética continua, por dinámica que esta sea, nos puede también destrozar a nivel emocional y físico. La solución pasa por ajustar nuestra Tensión Creativa Personal.

 

Sabemos que toda crisis, pequeña o grande, es una oportunidad. Que, si no crecemos continuamente, es señal que nos vamos desconectando. Sabemos también que la vida nos empuja, queramos o no, a dar nuestra mejor versión. Sobretodo en aquellos momentos en los que nos la jugamos; es decir, cuando hay mucho que ganar, o perder.

 

Aprender y desarrollarse no significa, precisamente, vivir cómoda y plácidamente. Así que si queremos aumentar nuestro desarrollo horizontal (conocimientos), pero también nuestro desarrollo vertical (creencias), debemos conseguir dar con la tecla correcta para mantenernos en la marcha correcta, sin forzar el motor, pero tampoco sin desaprovechar la potencia disponible.

 

La Tensión Creativa Personal tiene que ver con encontrar esta marcha adecuada que nos hace llegar a una velocidad de crucero que nos permite realizar aquella contribución de valor sostenible como individuos, así como para el entorno.

 

La Tensión Creativa requiere de ese toque de auto-exigencia (aspecto creativo), sin caer en la sobre-exigencia (aspecto reactivo). Lo primero nos ayuda a cambiar paradigmas y probar nuevas formas de abordar problemas, creando alianzas con los demás. Lo segundo nos empuja a ir a lo seguro, a protegernos, y a presionar a otras personas, rompiendo relaciones y alianzas.

 

 

Cómo ajustar la Tensión Creativa Personal

 

Pero, ¿Cómo conseguir encontrar esta marcha justa, esta energía que tensiona, sin presionar? Cada persona tiene su propia maquinaria interna que requiere de un ajuste específico y concreto.

 

Para ajustar la Tensión Creativa Personal se requiere transitar por dos fases: Identificar el grado de tensión actual, y Calibrar el nivel de involucración mental y física.

 

 

1.- Identificar mi grado de tensión actual:

 

El primer paso tiene que ver con diagnosticar el nivel actual de revoluciones al que opera mi motor interno. Todas las personas tenemos distintos roles, en los distintos sistemas en los que operamos. Necesitamos identificar el sistema o contexto al que queramos diagnosticar nuestro nivel de tensión actual.

 

Pongamos, por ejemplo, que nos enfocamos en nuestro actual rol profesional. Si reflexionamos en nuestra contribución energética y emocional al desarrollar nuestro rol actual en el contexto profesional en el que nos encontramos, podríamos ubicarnos en alguno de los siguientes estadios:

 

Infografia Estados de Tensión

 

 

Identificar en qué estadio se está mayormente durante el desempeño del rol, nos ayuda a ajustar un poco más nuestra Tensión Creativa Personal.

 

 

2.- Calibrar el nivel de involucración mental y física:

 

Cada estadio requiere de una estrategia particular, pero sólo el hecho de tomar consciencia acerca del nivel actual, ya nos otorga el “poder”, así como el “permiso” para ejecutar una acción de calibración.

 

Si nos encontramos, actualmente, en estadios de adaptación o apatía, es momento para “meternos en problemas”. Necesitamos, más que nunca, provocar una pequeña crisis en nuestro entorno. Si el entorno no la provoca antes, somos las propias personas que tenemos que provocar esta ruptura con la realidad que generará la oportunidad que nos hará aumentar nuestra satisfacción laboral.

 

Es de admirar aquellas personas que deciden dejar roles, o empresas, para mejorar su felicidad profesional, aunque no tengan ningún proyecto profesional como alternativa. La mayoría no lo haría por miedo a no tener recursos suficientes con los que hacer frente a sus gastos a corto plazo (creencia irreal en la mayoría de los casos). Pero sólo aquellas personas valientes se atreven a generar esta oportunidad, activando todos sus recursos, y así encontrar un mejor entorno donde desarrollarse. Mientras, otras personas siguen descontentas en sus puestos y sus empresas, marchitándose, o a lo peor, acostumbrándose a un modus vital apático.

 

Si, por el contrario, nos encontramos actualmente en estadios de presión excesiva o bloqueo, es momento para aprender a “pasar un poco”. Cuando estamos en estos altos niveles de involucración y dedicación llegamos a cortocircuitarnos por exceso de tensión. La tensión pasa a convertirse en presión. La creatividad de la primera se torna en reactividad causada por la segunda.

 

En estos casos, nuestra responsabilidad y tesón están fuera de dudas, pero, precisamente, esta cantidad de energía desbordada hace que nuestra aportación disminuya cada vez más. Y esta es la gran paradoja.

 

Es por este motivo que estas personas necesitan aprender a soltar, relativizar, desconectar, y parar la maquinaria, para, precisamente, llegar a conseguir una contribución de valor superior.

 

Infografia Ajustar la tensión creativa personal

 

Meterse en problemas” para los que no quieren problemas, es tan retador como “pasar un poco” para los que necesitan controlarlo todo. Pero allí está la clave para dar un paso más hacia la anhelada Tensión Creativa Personal.

 

¿Cuál de los dos ingredientes necesitas potenciar más en tu momento profesional actual?

 

 

Enric Arola