Volver a nuestro trabajo después de finalizar nuestras vacaciones nos provoca un impacto emocional, e incluso físico, que nos da mucha información acerca de cómo es nuestra relación con la organización, con nuestro equipo, así como respecto a la conexión existente con el resto de nuestros interlocutores a nivel laboral. Volver con la máxima ilusión al reemprender el trabajo es el sueño de cualquier profesional.

 

Solemos tener muchas ganas de hacer vacaciones (la mayoría de la especie humana) y estamos muy felices (incluso eufóricos) cuando llega el momento de empezarlas. Pero ¿Hasta qué punto las personas nos sentimos también felices (ya no digo eufóricas) al volver a reconectar con nuestra realidad profesional?

 

Después de una pausa más o menos larga del trabajo, es bueno hacer un chequeo de lo que pienso, siento y digo respecto al hecho de reanudar mi rol profesional. Dedicarle unos minutos a reflexionar acerca de ello nos ayudará a mejorar, si es necesario, nuestra relación con la empresa y con las personas con las que me relaciono de forma habitual.

 

Las siguientes preguntas pueden ser el inicio de este proceso de reflexión interna. Te animo a que le dediques tiempo (aquí y ahora) a contestarlas.

  • ¿Qué siento (emoción) ante la vuelta al trabajo?
  • ¿Qué pienso (creencias) acerca de la situación que me voy a encontrar?
  • ¿Qué digo (comunicación) a mi círculo personal (familia, amistades…) al hablar con ellos sobre la vuelta al trabajo?
  • ¿Qué es lo que más me alegra volver a recuperar (a diario) al volver a trabajar?
  • ¿Qué es lo que más pereza me da respecto a volver a mi realidad profesional?

 

Y si, además, le añadimos las siguientes tres preguntas, la reflexión interna a la que puedes llegar promete

  • ¿Del 0 al 10, cómo me gusta el trabajo que hago actualmente?
  • ¿Del 0 al 10, cómo de integrado/a y conectado/a me siento con las personas con las que trabajo?
  • ¿Del 0 al 10, cómo de orgulloso/a y seguro/a me siento respecto a la empresa en la que presto mis servicios?

 

Nuestra felicidad profesional tiene que ver con la forma en la que hemos respondido a estas tres preguntas.

 

Un porcentaje muy alto de nuestra satisfacción profesional viene determinada por cómo nos hace sentir lo que hacemos, con quiénes lo hacemos, y para quienes lo hacemos.

 

Infografía Volver con ilusión

 

Seguro que las respuestas a estos dos packs de preguntas no nos van a dejar indiferentes. Puede ocurrir que me hagan sentir bien, ya que estoy haciendo lo que deseo, y de la forma en la que me satisface. O bien puede ocurrir que me sienta un poco ansioso/a, y hasta frustrado/a ante alguna de mis respuestas.

 

En cualquier caso, nuestras sensaciones físicas y nuestro estado emocional al volver a reconectar con la situación profesional nos están empujando a hacer algo diferente para disfrutar lo máximo posible de nuestro trabajo.

 

Volver de vacaciones es como levantarse para empezar un nuevo día. Es como empezar de “nuevo”, con otra oportunidad de (con la mente y el cuerpo descansados) mejorar lo que no salió bien “el día anterior”.

 

Así que, aprovechemos esta oportunidad, para ser valientes haciéndonos las preguntas que necesitamos hacernos. Y ante las respuestas que nos dejan insatisfechos/as, pensemos, decidamos y empecemos a poner en marcha aquellas acciones que sabemos, queremos y necesitamos hacer para seguir aumentando nuestra satisfacción laboral.

 

Ahora es un buen momento.

 

Enric Arola

Enric Arola